Single Malt
Highlands
De edad se supone que básicamente 12 años
Embotellado por la destilería
46,00% vol
Para empezar, se nota bien la subida de alcohol: la pegada en nariz es bastante intensa y, en boca, frente a la entrada aterciopelada y golosa que tenía la versión anterior, este es potente llegando casi a hacerse picante. No soy muy aficionado a cortar los whiskies con agua, pero este bien agradece una gota.
Por lo demás, se mantienen muchas de las notas definitorias del PWF, como el tono achocolatado y de frutos secos, especialmente nuez, la nota balsámica o el matiz floral (geranio sobre todo) en nariz, pero se añaden otros nuevos, notablemente un aire de almendra, tanto cruda como tostada (esta última especialmente clara en el final y acompañada de un nítido matiz avainillado) que no aparecía, cuando menos tan clara, en el PWF, y un carácter cítrico, entre naranja y pomelo, que aporta al mismo tiempo profundidad, fragancia y frescura. Cambian las cosas también con respecto al equilibrio whisky/oporto, ya que éste se desplaza marcadamente favoreciendo al primeiro y la fruta del vino tiene una presencia como mucho residual.
En términos generales, el QR gana en potencia y posiblemente tambén en complejidad, si bien no tiene, al menos sin diluir, aquel cuerpo goloso y amable que tenía el PWF (con todo, quizas se pueda corregir esto jugando con el agua añadida).