domingo, 17 de mayo de 2009

The Dalmore Gran Reserva





Single Malt

Highlands

Embotellado por la destilería

40,00% vol


Al igual que el de 12 años, también el "Cigar Malt" ha pasado por el cambio, y ahora se llama "Gran Reserva". Sigue teniendo como rasgo principal una proporción mayoritaria de madera de jerez frente a bourbon (60/40), lo que queda bien destacado en la nariz y en el paladar. No así en la vista, que es bastante semejante al 12 años (entre el oro viejo y el ámbar). En nariz, se presenta la nota de naranja acompañada de café, que, contra lo que yo esperaba, es más bien minoritario y cede espacio al chocolate. Están presentes también los matices de monte y de cuero, pero de una forma mucho más discreta que en el 12 y o. El carácter del aroma se acaba de redondear con tonos de bizcocho más una cierta oleada de maderas viejas, de desván. Se adivinan también los pasificados que se harán más intensos en la boca.

En esta última, sigue la naranja con chocolate envuelta en pasificados de oloroso (uva/ciruela/higo sin que ninguno sobresalga de los demás) y frutos secos (particularmente almendra tostada y posiblemente algo de avellana), con una repetición del aire de monte y, sobre todo, de desván, que con los pasificados y los frutos secos define el final.

En general, comparado con el de 12 años (no llegúe a probar el Cigar Malt), resulta más ajerezado, con más tono frutoso y de madera vieja, lo que puede hacerlo más atractivo para los aficionados a los brandies andaluces, si bien me parece que su hermano de 12 años tenía más definición y empaque.

domingo, 11 de enero de 2009

The Dalmore 12 años




Single Malt

Highlands

12 años

Embotellado por la destilería

40,00% vol


Otro highland que ha pasado por cambio de imagen (ya es el segundo en poco tiempo) y también de composición, y de forma similar a los otros, se adopta un look más tirando a minimalista, estilizado, elegante y todas esas cosas; sin embrgo, como lo que aquí importa es lo de dentro de la botella (aunque el ciervo muy bonito), vamos a lo que interesa. Parece que el Sr. Paterson, el elegante y bigotudo responsable de destilación y mezclas del grupo Whyte & Mackay (estoy deseando que me llegue su libro), decidió subirle la proporción de whisky criado en madera de jerez y ahora están a partes iguales.

No tengo a mano una muestra del anterior, pero recuerdo que el color era semejante, oro viejo entrando bien en el ámbar. El primer golpe de nariz hace destacar mucho café, particularmente en grano, cáscara de naranja amarga y una dosis notable de cuero; posteriormente, se observa también cacao, ciertos matices anisados y también un tono de monte, con brezo y aulaga arecién cortada.

Todas estas notas vuelven a aparecer en la boca, con la naranja, el café con cacao y los anisados, en un paladar con presencia que añade notas de nuez, algo de caramelo y toffee, repite los matices de monte y vuelve a presentar el cuero de la nariz, pero que esta vez se va transmutando en regusto de tabaco.

Estoy comparando de memoria, pero me parece que, frente a la versión anterior de la anterior (la de la etiqueta con el dibujo en sepia), en líneas generales, se añaden sabores nuevos (particularmente el de brezo y aulaga), se potencian otros (el café y el cuero, que antes estaba presente como una pincelada muy escondida), otros se modifican levemente (de las naranjas en confitura pasamos a la cáscara fresca) y otros se retiran (recuerdo que el anterior tenía notas en el final de coco, almendra y mazapán no presentes en este). Un whisky robusto que no está para tonterías pero sigue siendo bastante contemplativo (pensemos café/cacao) aún con el nuevo vigor.


jueves, 1 de enero de 2009

Redbreast 12 años





Pure pot still

Irlanda

Embotellado por la destilería

40,00% vol

El otro grande pure pot still irlandés (malta de cebada + cebada sin maltear y destilación en alambique de pote) y un ejemplo intereseante por el aroma representativo del estilo pero sobre todo por la estructura en boca, pero no nos adelantemos. De color es dorado intenso entrando en el oro viejo. El aroma nos presenta una ola de frutos secos (sobre todo pecanas con algo de mazapán) con matices especiados (gengibre, posiblemente algo de comino, pero no estoy seguro) y un matiz floral más ciertos tons de barnices. Todo esto se une armoniosamente en una sensación penetrante en nariz, sin ser especialmente fuerte, que encontramos también en otros miembros de la familia (como el Powers, sin ir más lejos, donde el destilado de columna no consigue taparlo).

En la boca muestra el carácter central de pecana con matices de maderas finas (repito: matices), barniz y un tono balsámico, y progresivamente van surgiendo tonos mantecosos. Con "mantecosos" me refiero tanto al flavor/aroma en sí como a la sensación grasa, aterciopelada y envolvente que se nos presenta en el paladar, sensación que se prolonga mientras se va añadiendo una nota de pulpa de naranja que engarza muy bien con el matiz balsámico.

Un conjunto de aromas y sabores bien armado con una boca muy destacable por el intenso (sobre todo en la sensación mantecosa) y también largo sin perder en ningún momento el comedimiento ni la sutileza.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Penderyn




Single Malt

Gales

Embotellado por la destilería

46,00% vol

Llevo un montón de tiempo sin colgar nada por aquí, así que hay que subsanarlo. Tengo unas cuantas notas que ir publicando, cosa que hare en las próximas semanas. Por ahora, voy comenzando con este single malt atípico. Atípico por varios motivos: producido en Gales (si bien hay precedente histórico y también se producen whiskies en Bretaña), acabado sistemáticamente en envases de Madeira después de pasar por madera de Bourbon y destilado de una sola vez en un alambique de pote pero que tiene una columna tabicada con placas encima, con lo que queda a medio camino entre un pot-still "normal" y el sistema que emplean para el Armagnac (sin embargo, en Escocia también hay un artilugio similar, el Lomond still, pero es prácticamente una rareza).

A la vista muestra un color pajizo poco intenso que denota corta edad (se agradece que no hayan hecho trucos con caramelo). La nariz es muy aromática y abierto, con mucha fruta, principalmente manzana y piel de melocotón con notas de corazón de gominola y ribetes tropicales. Está presente también un matiz de pino y cedro que recuerdo que también había en el (tristemente desaparecido) Glenmorangie Madeira Wood Finish, por lo que supongo que es atribuible al acabado. Además, tiene un claro tono de disolventes y acetona y acompañan ciertas notas vegetales (tallo de hinojo, posiblemente). En conjunto, da una impresión que recuerda algo al orujo blanco del país.

En boca presenta notas similares, sobre todo las afrutadas y de gominola, en una impresión ligera pero en cierta contradición con un cuerpo poco denso pero con una sensación táctil algo basta y en el límite de lo metálico, que es lo que permanece en el acabado mientras se desvanece la futa. Recuerda una vez más al aguardiente de orujo (será cosa de la juventud?).

En suma, tiene por una parte complejidad y un carácter franco y pronunciado, sobre todo en la nariz, y bastante complejidad además de resultar bastante individual, si bien, por otra, queda mucho por pulir, particularmente en el paladar y el final. Lo dicho: es como el punto medio entre un single malt escocés y un orujo gallego.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Glenmorangie Quinta Ruban



Single Malt

Highlands

De edad se supone que básicamente 12 años

Embotellado por la destilería

46,00% vol

Ya estoy de vuelta de las vacaciones (con el fresco del otoño vuelve uno a la actividad, además de que en verano tiendo a beber menos destilados, exceptuando los G&T) y con una botella nueva, así que aquí estamos comentando el material. Como ya había dicho en el post sobre el Glenmorangie Port Wood Finish, Glenmorangie ha pasado por un importante cambio de imagen (y no sólo de imagen; también hubo cambios en la gestión de la destilería) similares a los de otras marcas como, notablemente, Dalmore, que pasan a acentuar más el aspecto de lujo/exclusividad y todas esas cosas, pasando por encima del de tradición/artesanía (compárense, por ejemplo, la etiqueta de los ABC wood finish con la imagen tipo grabado antiguo con las actuales; por cierto, la botella de ahora está muy bien y las etiquetas no tienen ninguna pega evidente, pero a mí las cápsulas de plástico no me acaban de convencer, aun reconociendo que es un tema bastante intrascendente). Como había dicho entonces, el PWF pasa a convertirse en el Quinta Ruban, por lo que creo que lo más razonable es compararlos.
Para empezar, se nota bien la subida de alcohol: la pegada en nariz es bastante intensa y, en boca, frente a la entrada aterciopelada y golosa que tenía la versión anterior, este es potente llegando casi a hacerse picante. No soy muy aficionado a cortar los whiskies con agua, pero este bien agradece una gota.
Por lo demás, se mantienen muchas de las notas definitorias del PWF, como el tono achocolatado y de frutos secos, especialmente nuez, la nota balsámica o el matiz floral (geranio sobre todo) en nariz, pero se añaden otros nuevos, notablemente un aire de almendra, tanto cruda como tostada (esta última especialmente clara en el final y acompañada de un nítido matiz avainillado) que no aparecía, cuando menos tan clara, en el PWF, y un carácter cítrico, entre naranja y pomelo, que aporta al mismo tiempo profundidad, fragancia y frescura. Cambian las cosas también con respecto al equilibrio whisky/oporto, ya que éste se desplaza marcadamente favoreciendo al primeiro y la fruta del vino tiene una presencia como mucho residual.
En términos generales, el QR gana en potencia y posiblemente tambén en complejidad, si bien no tiene, al menos sin diluir, aquel cuerpo goloso y amable que tenía el PWF (con todo, quizas se pueda corregir esto jugando con el agua añadida).

lunes, 8 de septiembre de 2008

Whisky Live en Barcelona

¿Cómo andamos después del parón veraniego? Por aquí saliendo del letargo; en un par de semanas espero volver a estar colgando comentarios a pleno ritmo (oséase, a pleno ritmo lento, pero en fin). Mientras tanto, aunque este no es un blog de noticias, me gustaría avisar de la celebración del Whisky Live en Barcelona el 5 y 6 de octubre. Yo no voy a poder ir, pero por los 15 euros que cuesta la entrada normal, me parece una iniciativa muy interesante. Mandad algún comentario los que vayáis.

Más información:
http://www.whiskylivespain.com/

jueves, 29 de mayo de 2008

The Balvenie DoubleWood 12 años



Single malt

Speyside

Embotellado por la destilería

40,00% vol

37,95 €

Llevaba tiempo sin escribir porque aún me queda material que trasegar, pero la gente de SMC tuvo la bondad de mandarme un poco de este biodiesel que no tomaba desde hacía un par de años, por lo que les estoy muy agradecido, así que aquí va el comentario en fresco.
El color en la copa es de oro viejo, sin llegar al ámbar ni al cobre, con brillos algo más claros. La nariz es abierta, con dos centros de gravedad: el afrutado y las especias. El primero deija percibir sobre todo un carácter cítrico (naranja) y de fruta de hueso, y el segundo aporta importantes notas de vainilla, de la canela que indican en las notas de cata y posiblemente comino, más un cierto matiz de brezo. En boca entra cálido pero suave, bastante pulido y con un cuerpo muy equilibrado. Aparece de nuevo la fruta de hueso de la nariz con algo del cítrico y con la infantería de especias que ahora se extende por el medio y el final, momentos en los que se hacen presentes también notas claras de jerez, con pasificados y frutos secos (nuez, almendra?) y un punto de café con leche. En términos generales, es un whisky amable, saboroso y no exento de complejidad que se le puede poner, p. ej., a un suegro que normalmente no beba single malt.