jueves, 29 de mayo de 2008

The Balvenie DoubleWood 12 años



Single malt

Speyside

Embotellado por la destilería

40,00% vol

37,95 €

Llevaba tiempo sin escribir porque aún me queda material que trasegar, pero la gente de SMC tuvo la bondad de mandarme un poco de este biodiesel que no tomaba desde hacía un par de años, por lo que les estoy muy agradecido, así que aquí va el comentario en fresco.
El color en la copa es de oro viejo, sin llegar al ámbar ni al cobre, con brillos algo más claros. La nariz es abierta, con dos centros de gravedad: el afrutado y las especias. El primero deija percibir sobre todo un carácter cítrico (naranja) y de fruta de hueso, y el segundo aporta importantes notas de vainilla, de la canela que indican en las notas de cata y posiblemente comino, más un cierto matiz de brezo. En boca entra cálido pero suave, bastante pulido y con un cuerpo muy equilibrado. Aparece de nuevo la fruta de hueso de la nariz con algo del cítrico y con la infantería de especias que ahora se extende por el medio y el final, momentos en los que se hacen presentes también notas claras de jerez, con pasificados y frutos secos (nuez, almendra?) y un punto de café con leche. En términos generales, es un whisky amable, saboroso y no exento de complejidad que se le puede poner, p. ej., a un suegro que normalmente no beba single malt.

The Macallan Fine Oak 12 años



Single Malt

Speyside

12 años

Embotellado por la destilería

40,00% vol

No me voy a meter con el texto que aparecía (digo aparecía porque hace un montón de tiempo que no tengo en la mano una botella de Macallan del non-Fine Oak) en las botellas de Macallan y que comentaba que el whisky donde maduraba mejor era en envase de jerez. Todo lo esnobista que soy, supongo que cuantas más posibilidades ofrezca un productor, mejor para el consumidor (siempre, claro, que esto non afecte a outros productos), y parece que, admás, el tinglado del Fine Oak les ha funcionado, al menos cuantitativamente, bien. El whisky en sí tiene un color dorado con algún tinte más cargado. En nariz, lo primero que destaca es un vivo y pronunciado tono de fruta tropical (mango + lima?), aunque dedicándole un poco de tiempo empieza a aparecer un fondo que hace presagiar la carpintería que va a venir después (vainilla, coco , algo de palomita de maíz) más, por momentos, algún matiz pasificado. En boca, siegue claro el tono "tropical sabrosón", pero lo que pasa a percibirse es un marcado armazón de madera con cuatro pilares fundamentales que se van combinando y alternando: vainilla/toffee, mantequilla, coco y maíz tostado, en un desarrollo variado que se toma su tiempo y que transita por el peligroso borde de la astringencia. En suma, sápido pero ligeiro, vivo, sofisticado y muy centrado en el roble, lo que puede ser una recomendación o una advertencia.